jueves, 23 de febrero de 2017

Campo Charro

Si hay un paisaje que caracteriza a Salamanca es el Campo Charro. Un mar de encinas, matorrales y pastizales que componen la dehesa. Un singular ecosistema y hogar del ganado charro también dedicado al aprovechamiento de productos forestales como leñas, corcho, setas, colmenas de abejas…

Extensas dehesas salpicadas por charcas y riachuelos, surcadas por cientos de suaves y llanos caminos, veredas y senderos por los que perderse, abstraerse, y meditar mientras corremos, caminamos o descansamos observando su amplitud y desahogo. senderos por los que perderse, abstraerse, y meditar mientras corremos, caminamos o descansamos observando su amplitud y desahogo. 


Extenso Campo Charro
Extensos horizontes que ocupan el espacio central de la provincia, con núcleos importantes en La Fuente de San Esteban, Aldehuela de la Bóveda, Matilla de los Caños del Río, Vecinos o Tamames.

La dehesa representa todo un modelo sostenible de explotación y uso de los recursos naturales y a las tareas relacionadas con el encinar.

Lavando en el regato cristalino cantaban las mozuelas, 
y cantaba en los valles el vaquero, 
y cantaban los mozos en las tierras, 
y el aguador camino de la fuente, 
y el cabrerillo en la pelada cuesta... 
¡Y yo también cantaba, que ella y el campo hiciéronme poeta!

Gabriel y Galán



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